te dejo que me hagas la endodoncia

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Mi segundo amor platónico fue una chica que ahora es dentista. A mi me vuelven loco las dentistas igual que las profesoras de inicial. Claro que cuando la conocí teníamos diez años y no recuerdo que haya dicho nada de querer ser dentista. Pero el hecho es que ahora tiene su consultorio y sus aparatitos y todo.

Hace unos días me la encontré en el msn y le pregunté si nunca algún paciente se había enamorado de ella. Eso a ella le pareció raro porque ve dentistas todo el rato y no piensa que sean una especie de exótica tribu de amazonas que tengan que volver loca de pasión a la gente. Yo le expliqué que todo ese asunto de que una chica meta sus dedos en tu boca mientras está recostada sobre ti es cuando menos raro. Le conté también que Gonzalo había escrito una historia sobre un chico que se enamora de su dentista pero al final yo creo que no entendía mucho porque ponía puros emoticons de risa.

No es que piense que todas las dentistas vayan a volverme loco pero es que ella además tiene el cabello largo y negro como un chorro de pintura saliendo de su cabeza y pienso, que si tuviera que verlo caer por varios minutos junto a mi cara anestesiada mientras me taladran el nervio, definitivamente, me moriría.

Lo último que dijo cuando nos despedimos fue - ven un día a mi consultorio para revisarte -.

Yo acabo de hacerme ver todos los dientes hace unos meses y no creo que necesiten más nada. Pero la cosa es que justo hoy el salvaje de Bruno vino y trajo una película antigua con Sofía Loren y Marcelo Mastroianni. Sucede que en la película Sofía Loren hace de una mamá italiana en la época de Hitler y Mussolini, y pues, no es que se le vea brutalmente atractiva. Lo que pasa, es que luego en una escena, esta tía se recuesta sobre Marcelo Mastroianni y le comienza a tocar la boca, pero como Marcelo Mastroianni hace el papel de gay, como que se niega a abrirla y se pone paranoico y todo es como si le fueran a hacer una endodoncia, hasta que al final a Sofìa se le comienza a resbalar el vestido y sus ojos verdes brillan como sólo le pueden brillar a Sofía Loren, y entonces parece como que a Marcelo se le quita lo gay porque le agarra las tetas y terminan recontrarevolcándose.

Luego de que ha terminado la película y Bruno se ha largado, me he ido a mirar al espejo del baño a revisar mis dientes y no he hallado ni una puta caries.

Tengo un papelito con la dirección de su consultorio anotada aqui sobre la mesa

Estoy acordándome de cuando éramos pequeños
y nos sentábamos cerca
pienso en pequeños taladros puntiagudos
en el olor de la anestesia
en jeringas de metal

pero sobre todo
pienso en su cabello



Y me doy cuenta


de que hoy no voy a poder dormir
hasta que se me ocurra una maldita excusa
para ir mañana
a tocarle la puerta del consultorio
y decirle que me duele el diente

y que quiero que me cure.

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